Discriminar suena a cosa fea, que
no se debería hacer.
Tú, por ser negro, no puedes ir a la universidad. Tú, por ser mujer, no
puedes tener una cuenta en el banco. Tú, por ser judío, no puedes comerciar.
Tú, por ser pobre, no puedes entrar en política. Tú, por tener tal idea
política, no puedes votar. Tú, por ser extranjero, no puedes ser atendido en un
hospital.
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