viernes, 17 de marzo de 2017

El Imperio Patriarcal y sus odiadoras profesionales

Leyendo el magnífico libro de María Elvira Roca Barea, "Imperiofobia y Leyenda Negra", donde analiza la políticamente correcta aversión a los imperios (Roma, Rusia, EEUU y España), me vienen a la cabeza no pocos paralelismos con la actual demonización del Imperio Patriarcal (es indudable que los hombres han copado la esfera pública a lo largo de la historia) por parte del feminismo de género.

Escribe la autora: "(la imperiofobia) es una clase particular de prejuicio de etiología racista que puede definirse como la aversión indiscriminada hacia el pueblo que se convierte en la columna vertebral de un imperio". Cámbiese "imperiofobia" por "feminismo radical", "racista" por "sexista", "pueblo" por "hombres", e "imperio" por "sociedad". Funciona de puto padre. Ahora que ya saben ustedes lo que hay que cambiar, sigo citando a la autora.

"Un individuo que ha nacido en el seno de un grupo determinado es calificado a priori de manera negativa. No importa lo que haga o diga, pues todo vendrá a abundar en la idea previa que de él se tenía. (...) El Imperio nuevo, el estadounidense, ha hecho de la lucha contra toda forma de discriminación racial, también en su interior, una de sus banderas. (...) Hoy nadie en su sano juicio puede decir en voz alta una frase racista, y si lo hace, caerá sobre él la mayor condena moral y social, e incluso incurrirá en un delito penado por la ley. Otra cosa es que el antisemitismo o los prejuicios contra la gente de piel oscura hayan desaparecido. Existen y seguirán existiendo. El prejuicio es funcional en una sociedad y esto garantiza su capacidad para perdurar". Resumiendo, a pesar de que hoy en día el feminismo ya ha triunfado en Occidente, se ha radicalizado basándose en un machismo residual.

"Habitualmente el racismo en Occidente va contra grupos étnicos minoritarios (...) pero un pueblo imperial en modo alguno ocupa una posición excéntrica en un continente, y el racismo contra ellos no nace de su debilidad (...) sino justamente de lo contrario: de su eminencia. (...) Molesta sobremanera saberse en la segunda división de la historia y, en cierto modo, subsidiarios y dependientes. Este complejo de inferioridad es el que busca su alivio en la imperiofobia. Hay que disminuir la talla del pueblo imperial. (...) El racismo siempre tiene una connotación de inferioridad moral e intelectual. (...) Ahora mismo una gran parte de la humanidad, sobre todo europea, está convencida de que los estadounidenses, además de medio tontos, son unos ignorantes". O sea, la proverbial tosquedad del macho triunfante denunciada por unas hembras con complejo de inferioridad.

"La imperiofobia es un prejuicio feliz porque goza de prestigio intelectual. No es una creencia popularmente extendida y errónea que cualquier persona con un mínimo de cultura rechazaría por falsa y arbitraria. Halla su acomodo más perfecto entre las clases letradas, y esto es lógico puesto que a ellas debe si no el haber nacido, sí el haberse desarrollado y extendido hasta convertirse en opinión pública. Solo las élites letradas están en condiciones de solidificar un prejuicio difuso en forma de propaganda, textos y literatura. (...) Habría prejuicios de todos modos, porque el racismo es universal, pero no habría historia ni literatura ni prestigio que transformaran ese prejuicio en una realidad aceptada e indiscutible".  Bien sabido es que la ideología de género nace en el seno de unas élites universitarias muy poco marginadas.

"El prejuicio precede a sus justificaciones, las busca y las crea. La prueba está en que, con más o menos arte, la imperiofobia se manifiesta a lo largo de la historia organizada en una serie de motivos poco variados: Imperio Inconsciente / Profundo deseo de riqueza y poder / Barbarie, crueldad e incultura / Malas costumbres: depravación sexual / Impiedad / Sangre mala y baja". "Inconsciente": el patriarcado no ha surgido deliberadamente. "Riqueza y poder": el capitalismo como paradigma patriarcal. "Barbarie, crueldad e incultura": definición de la historia de la humanidad según el feminismo radical. "Malas costumbres": violaciones sistemáticas. "Impiedad": esto ya no está de moda, sino todo lo contrario: malvados creadores de religiones opresoras. "Sangre mala y baja": tampoco está de moda, lo que no quita para que los hombres sean biológicamente inferiores.

El "sojuzgado" siempre duda entre dar las gracias o detestar, pero la condición humana tiende hacia lo segundo. Recomiendo en este sentido la visión de la desternillante escena de "La vida de Brian" donde se responde a la pregunta de "¿qué han hecho los romanos por nosotros?".

La imperiofobia, como la "patriarcadofobia" perdura en el tiempo, mucho después de que hayan caído los imperios. Es común, incluso hoy en día, la visión negativa de los romanos, rusos, españoles... y qué decir de los norteamericanos, como también es común la visión negativa del imperio macho... después de que haya desaparecido y justo donde ha desaparecido.

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